domingo, 7 de abril de 2013

Torrijas fuera de temporada

Siento la no-calidad de la foto, pero cuando todas las máquinas de fotos de casa se confabulan para acabar sin batería, el móvil es el único aliado. Con mi móvil mondonguillo he sacado esta uni´-foto. La taza, por cierto, es un regalo. ¿A que mola?

Me encanta que lleguen los Carnavales. Aproximadamente un par de semanas antes, mi abuela empieza a hacer torrijas. Ella las llama tostadas. Luego, siempre refunfuña de que no va a volver a hacerlas, pero la semana siguiente nos encontramos con una bandeja llena de torrijas. A veces también las hace cuando acaba la Cuaresma. Y en algunos blogs he visto publicar recetas de torrijas y me ha entrado envidia. Aunque ya no es ni Carnavales ni fin de Cuaresma. Tanto, que incluso se han acabado las fiestas de Semana Santa, y mañana vuelta a la rutina.

La receta está sacada del blog La Tanana, ligeramente adaptada, son torrijas de leche condensada y miel:

INGREDIENTES
10 rebanadas de pan para torrijas1/4 l. de leche templada180gr de leche condensadaRalladura de un limón1 huevo3 cucharadas de canela + 1 cucharada de canelaAceite, que cubra dedo y medio de la sartén5 cucharadas de miel

RECETA


"En un cazo, poner la leche, la leche condensada, la ralladura de limón y 3 cucharadas de canela a calentar a fuego medio.Cuando esté integrado, quitar del fuego. Ir vertiendo poco a poco la mezcla en un plato hondo y esperar a que se enfríe una gotita.
Mientras tanto, cortar el pan para torrijas en rebanadas de aproximadamente un dedo de grosor, pero si os gustan más gorditas, podéis hacerlas más gruesas.

Iremos dejando las rebanadas cortadas en la leche para tostadas del plato hondo. La Tanana recomienda dejarlas 3 minutos por cada lado, pero a mi me gustan más empapadas y las he dejado algo más de tiempo, un total de 10 minutos, aunque me he planteado dejarlas algo más, pero por una cuestión de tiempo no lo he hecho. Chupan un montón, así que aunque creamos que hemos hecho mucha leche, puede que no sobre. Podemos ir calentando el aceite de la sartén. 
Batiremos el huevo y huntaremos las torrijas en él. Hay que tener cuidado para que el pan no se rompa por todos los lados, que debería estar mojado. Las iremos friendo de dos en dos en la sartén. Digo de dos en dos, pero puede ser alguna más, la cosa está en que hay que ir controlándolas, que no se quemen y que no queden muy negras.
Cuando estén las dejaremos sobre papel absorbente, para quitarles algo de aceite, porque también chupan mucho aceite.

En un cazo, pondremos la miel y la otra cucharada de canela, junto con una cucharada de agua. A fuego lento lo iremos calentando, para que se integre y se licue un poco. Después, bañaremos las torrjas con la miel."

RESULTADO

No son el postre más bonito. De hecho, desde pequeña he aprendido una cosa. Cuanto más fea es la tostada, mejor sabrá. Está bien variar un poco de vez en cuando. Son sencillas de hacer y a mis golosones preferidos les ha gustado. A mi me encantan. ¿Más que las de mi abuela? Pues no lo sé. Eso sí, un secreto, a mi me vuelven loca frías. Solo puedo añadir una cosa:
Mereció la pena.

Edito. Me acaban de informar que se va opinando por ahí que les falta leche y remojamiento.


PELÍCULA

¿Y qué película pongo yo ahora? Porque le paga Ben Hur, o Espartaco, o alguna de ésas que le encantan a mi abuela y que sean como de época. Pero mis torrijas son de fuera de temporada, así que no me valen. Así que voy a hacer una cosa. Tengo que revisionar una película de los 80. Sí, de los 80. "Dentro del laberinto". Así que mi propuesta es ésta: Cuando la re-vea, edito este post. Si me acuerdo... Y sobre todo, si alguien me lo pide...


No hay comentarios:

Publicar un comentario