sábado, 11 de mayo de 2013

Cuando llamábamos jamones a las nubes




Cupcakes de jamones. Cualquiera que haya tenido infancia sabrá que no son salados, que son unos cupcakes dulces. Otros los llamaban nubes. O marshmallows. Pero yo los conocía desde pequeñita como jamones, y para mi jamones serán. No me gustaban, nada en absoluto, pero a mi padre le encantaban. Y a veces le compraba bolsas enormes con jamones de diferentes formas y colores, aunque los típicos eran los rositas. ¿Por qué los llamaríamos jamones? 
Me siguen sin gustar, pero hay un par de personas por aquí que les gustan mucho y compré un bote de Fluff rosa que ya ha aparecido por aquí con anterioridad. 



Me quedaba casi todo el tarro y alguien (y no miro a nadie, pero porque no está, que si no lo miraría mal) me pidió por favor que a ver si le podía hacer una tanda de cupcakes, que quería llevarlos a su clase de inglés. Que sus compañeros alguna vez habían llevado cosas para comer y que él no quería ser menos. Pero luego me dijo que también quería llevar a clase de euskera. Y contando, eso hacía un montón de cupcakes...


INGREDIENTES

El toquecillo decorativo

Efectivamente, están rellenos de mermelada de frambuesa


RECETA
Ocurre que estos son de allá por noviembre, y no me apunté los pasos, pero es una variación de un cupcake básico. Por eso, me temo, que ésta vez no pongo receta. (Y tampoco peli, que me apura el tiempo). Pero al menos, quería enseñároslos.


RESULTADO



Otra cosa no sé, pero aparentes y bonitos han quedado un rato largo. Los llevó a la clase y triunfaron. Eran más majos ellos... Los cupcakes digo.
Me temo que ésta vez del sabor no puedo hablar, porque no probé ninguno. Los que los probaron dijeron que les habían gustado. Pero esto lo cuento de oídas, de "me han dicho que le han dicho..." Tampoco me traje ninguno a casa. Así que tampoco puede opinar mi hermana. Al menos me quedaron bien bonitos.





No hay comentarios:

Publicar un comentario