jueves, 10 de noviembre de 2016

¡Qué boba yo también! 
Tenía preparada de antes de Halloween una receta que se me ha olvidado publicar. Bueno, ni era para Halloween ni era exactamente una receta. En mi estilo...
Concretamente era una entrada para el Día de los Muertos. Se supone que es el día en el que la frontera entre el mundo de los vivos y el de los muertos se vuelve "menos intensa". Es el día en el que honramos a nuestros muertos y tratamos de evitar los espíritus menos amistosos.

Mientras escribo la entrada tengo de fondo esta canción, que creo que ilustra muy bien el tema.  



Para decirlo de forma simple es el día de las calaveras mexicanas. Y de eso va esta entrada hoy. 



 Decía que no es una receta, porque no es la primera vez que publico cómo hacer unos bombones, porque la verdad, es muy simple. Y estos, se hacen igual. 



1) Calentamos el chocolate (en este caso eran Candy Melts rojos) o bien al baño maría o bien en el micro. Recuerdo, de a poquitines, porque si se quema, el chocolate es insalvable.
2) Cubrimos la base del molde para bombones con el chocolate derretido (en este caso todos los agujeritos de las calaveras).
3) Enfriamos hasta que solidifique.
4) Echamos el relleno.
5) Derretimos más chocolate (en este caso una tableta de chocolate blanco).
6) Cubrimos los espacios de todas las chocolatinas.
7) Vuelta a enfria para que solidifique.






Estos bombones eran un regalo para una persona especial. Porque le encantan las calaveras (no me preguntéis porqué) y el color rojo. Aunque de verdad, casi parece rosa...
Pero tampoco era exactamente un regalo. Era más bien, un juego. Cada una de las calaveras estaba rellena de una cosa diferente. Un poco como una ruleta rusa, porque hay una que venía con sorpresa: ¡picante! Muy al estilo mexicano, por cierto.


Los rellenos eran:
-Nesquick de fresa (mi drogaínaaaa)
-Lemon Curd
-Nuez moscada (que por cierto le da un toquecillo picante amable)
-Dulce de leche
-Pasta de Toblerone
-Leche condensada
-Mermelada de manzana con canela
-Y la estrella: dos cayenas despedezaditas con mis propias manos (y luego cualquier cosa me picaba a mi...glups)

En mi descargo tengo que decir, que al destinatario del regalo le gusta el picante. Aunque... no tanto...

La verdad, creo que soy fan de las bromas repostéricas.


Y bueno, pues qué coño ¡que también es día de disfrazarse!¡ Re-mix de todos los 31 de octubre! Y la verdad es que me encanta. Aunque odio un poco todo el género miedo (es de los pocos que cinematográficamente es un no), así que "estilísitcamente" también opté por la Catrina, la calavera mexicana. La otra razón es porque tuve que improvisar con las cosas que tenía por casa, porque siempre soy poco previsora...
Algo de maquillaje de cuando... bueno, de allá por... vamos, que o no es muy reciente o es de mi neceser habitual (como el eye-liner) y un vestido de hada-princesa de cuando tenía como 12 años y que me estaba pequeño, pero apañaus...

Haré una excepción y subiré una foto mía...

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